Manifiesto

¿Cuántas patentes de nuevos cosméticos 

han salido este último año?

¿Cuántas nuevas vacunas? 

¿Cuánto dinero se ha invertido en la investigación militar, y cuánto en energías renovables?



La Semana de la Ciencia Indignada nace para defender la investigación científica y reivindicar su valor para la sociedad, tres semanas de charlas, debates y actividades sobre la ciencia y su situación actual, donde se busca destacar la importancia de la investigación. Este año, más de 14 asociaciones
de las universidades públicas y centros de investigación de Madrid organizamos esta actividad reivindicativa, que responde a la continua precarización de la ciencia. El objetivo de este evento es doble: la divulgación científica de alto nivel, para la promoción de trabajos e investigaciones actuales de interés público; y revindicar la necesidad de la ciencia para un futuro mejor.

Hoy en día, la importancia de la investigación científica se mide cada vez más en función de los beneficios económicos que genera, aumenta el presupuesto en I+D, pero sólo lo hace para la investigación militar y el desarrollo de cosméticos, y no para la investigación de vacunas. Hay dinero
para perfeccionar el fracking, pero ignoramos las consecuencias del sistema productivo.
Encontramos obstáculos, como la Estrategia Española de Investigación y Desarrollo 2013-2020, que persigue reducir el apoyo público a la investigación y la educación básica, incrementando la participación privada, orientando su conocimiento hacia un mercado que fomenta una obsolescencia programada. Por otro lado, vemos el CIEMAT, la única institución pública española dedicada a desarrollar nuevas fuentes de energía, que se encuentra completamente asfixiada por recortes presupuestarios, de hasta el 26%; y el CSIC que ha reducido su financiación acumulada en 1.400 millones de euros desde 2009. Desde 2010 España ha perdido cerca de 12.000 investigadores; entre 2008 y 2015 las universidades españolas perdieron 135.000 alumnos y 7.500 docentes. Cada año el número y la cuantía de las becas se reduce exageradamente (el gasto en becas y ayudas del Ministerio se ha reducido en 202 millones desde 2011); mientras, no dejan de aumentar las tasas de matriculación en las universidades españolas (desde 2009, el precio medio de los grados se ha incrementado en un 45%).
Seguimos hundiéndonos por el mismo camino. Vemos cómo los políticos hablan de igualdad, mientras que menos de un 29% del personal investigador son mujeres y alrededor del 81% de las cátedras universitarias son ocupadas por hombres. Además, pretendemos inculcar una ciencia
inclusiva y un compromiso ecológico como motor para el cambio en el modo de invertir en investigación científica.

Ofrecemos divulgación al margen de los intereses económicos, con una mirada ecológica, inclusiva e igualitaria, para fomentar la ciencia como patrimonio de la sociedad. Por todo ello, hemos decidido celebrar la Semana de la Ciencia Indignada, un año más. Agradecemos a ponentes y colaboradorxs su implicación y participación y os animamos a disfrutar de este evento, que esperamos no os dejen indiferentes para luchar por la ciencia, pues es patrimonio de toda la sociedad.


¡PORQUE LA CIENCIA ES EL FUTURO! ¡NO ES UN LUJO!

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